La Escultura Del Barroco

La escultura barroca se desarrolla a través de las creaciones arquitectónicas, sobre todo en estatuas, y también en la ornamentación de ciudades en plazas, jardines o fuentes. En España también se manifestó en imágenes religiosas talladas en madera, en la llamada imaginería con la que se esperaba despertar la fe del pueblo.

La tendencia a la representación de la figura humana con una objetividad perfecta en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares.
Realización de esquemas compositivos libres del geometrismo, lo que choca con la proporción equilibrada del renacimiento. La escultura barroca se proyecta dinámicamente hacia afuera. Esta inestabilidad se manifiesta en la inquietud de los personajes, en las escenas y en la amplitud y ampulosidad del ropaje.



Representación del desnudo en su estado puro, como una acción congelada, conseguido con el influjo de la composición asimétrica, donde predominan las diagonales, los cuerpos sesgados y oblicuos, la técnica del escorzo y los contornos difusos e intermitentes, que dirigen la obra hacia el espectador con gran expresionismo.
Se da gran importancia al desnudo, creando grupos compositivos que permiten la contraposición de las mujeres al incidir la luz sobre las superficies de las esculturas.
Se utiliza preferentemente la madera, el metal y el oro.
En Bélgica trabajaron Jeroen Duquesnoy y Hendrik Verbruggen y Frans Verbruggen; y en Holanda Hendrik de Keyser y Rombout Verhuls.

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